Contexto Cultural y Gastronómico
Los mejillones, esos pequeños tesoros del mar, son una delicia que ha encontrado su lugar en la gastronomía argentina, especialmente en la región patagónica. En las costas del Atlántico Sur, desde el Golfo San Matías hasta Tierra del Fuego, los mejillones son recolectados con esmero, destacándose por su sabor único y su frescura. Este molusco no solo es un manjar por su sabor, sino que también es una fuente rica de proteínas, hierro y vitamina B12, lo que lo convierte en un alimento muy nutritivo.
La tradición de consumir mejillones en Argentina tiene raíces en las influencias europeas, especialmente de Italia y España, países que han sabido apreciar los frutos del mar desde tiempos inmemoriales. En la actualidad, los mejillones son protagonistas en diversas recetas que van desde las clásicas cazuelas hasta platos más innovadores que fusionan sabores autóctonos con técnicas modernas.
Ingredientes para 4 personas
Para los mejillones
– 1 kg de mejillones frescos
– 1 cebolla mediana, finamente picada
– 2 dientes de ajo, picados
– 1 taza de vino blanco seco
– 2 cucharadas de miel
– 1 limón, en rodajas
– 2 cucharadas de perejil fresco, picado
– Sal y pimienta a gusto
– Aceite de oliva
Para el acompañamiento
– 4 rebanadas de pan de campo
– 2 cucharadas de miel
– 1 diente de ajo, partido a la mitad
Utensilios
– Olla grande con tapa
– Sartén
– Cuchillo
– Tabla de cortar
– Cuchara de madera
– Brocha de cocina
Instrucciones
1. Limpiá bien los mejillones bajo agua fría, asegurándote de quitar las barbas y cualquier impureza adherida a las conchas. Descartá aquellos que estén abiertos y no se cierren con un ligero toque.
2. En una olla grande, calentá un poco de aceite de oliva a fuego medio. Agregá la cebolla y el ajo, y cociná hasta que estén transparentes.
3. Incorporá los mejillones a la olla junto con el vino blanco, la miel y las rodajas de limón. Tapá la olla y cociná a fuego medio-alto durante 5-7 minutos, o hasta que los mejillones se abran.
4. Retirá los mejillones del fuego y descartá aquellos que no se hayan abierto. Espolvoreá con perejil fresco, sal y pimienta a gusto.
5. Mientras tanto, calentá una sartén y dorá las rebanadas de pan de campo. Frotá cada rebanada con el diente de ajo partido y pintalas con un poco de miel.
6. Serví los mejillones en platos hondos, acompañados de las rebanadas de pan.
Que cada bocado te transporte a las costas argentinas, donde el mar y la tierra se encuentran en perfecta armonía.
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