Helado cremoso de miel y nueces, un dulce natural para el paladar

Helado casero de miel y nueces: un postre cremoso y natural

En el corazón de Argentina, donde los paisajes varían desde las vastas pampas hasta las imponentes montañas de los Andes, el helado ha encontrado un lugar especial en la cultura gastronómica. En particular, el helado de miel y nueces representa una fusión perfecta entre la rica tradición apícola del país y su amor por los postres cremosos. La miel, un tesoro dorado producido en diversas regiones como la provincia de Buenos Aires y Entre Ríos, se combina con las nueces, que florecen en las zonas más frescas del país, para crear un postre que es tanto un deleite para el paladar como un homenaje a la tierra.

Ingredientes

• 500 ml de crema de leche
• 250 ml de leche entera
• 150 g de miel de abeja
• 100 g de nueces picadas
• 4 yemas de huevo
• 1 cucharadita de esencia de vainilla
• Una pizca de sal

Utensilios

• Batidora o batidor de mano
• Olla mediana
• Bowl grande
• Cuchara de madera
• Colador fino
• Recipiente apto para freezer

Instrucciones

1. En una olla mediana, calentá la crema de leche y la leche entera a fuego medio. Agregá la miel y revolvé hasta que se disuelva completamente. Retirá del fuego antes de que hierva.
2. En un bowl grande, batí las yemas de huevo junto con la esencia de vainilla y la pizca de sal hasta que la mezcla esté suave y pálida.
3. Vertí lentamente la mezcla caliente de leche y crema sobre las yemas, batiendo constantemente para evitar que las yemas se cocinen.
4. Volvé a colocar la mezcla en la olla y cociná a fuego bajo, revolviendo constantemente con una cuchara de madera, hasta que la mezcla espese lo suficiente como para cubrir el dorso de la cuchara.
5. Pasá la mezcla por un colador fino a un recipiente limpio para eliminar cualquier grumo. Dejá enfriar a temperatura ambiente.
6. Una vez fría, incorporá las nueces picadas. Vertí la mezcla en un recipiente apto para freezer y congelá durante al menos 4 horas, removiendo cada hora para romper los cristales de hielo y lograr una textura cremosa.

Este helado de miel y nueces es un verdadero homenaje a los sabores naturales de Argentina, ideal para disfrutar en un cálido día de verano o como un dulce final para una comida especial. Que cada cucharada te transporte a los paisajes donde la miel y las nueces encuentran su hogar. ¡Disfrutá cada momento de esta delicia!